domingo, 26 de septiembre de 2021

Presentando la tabla periódica de los elementos

Sobre el siglo XIX ya se habían identificado la mayoría de los elementos que encontramos en la naturaleza. Dimitri Mendeleev tuvo la idea de ordenarlos por familias según características similares en una tabla que hoy conocemos como la Tabla de Mendeleev o Tabla Periódica de los Elementos. No obstante, fue Henry Moseley quien reordenó la tabla según un criterio que hoy seguimos usando: el número atómico, esto es, la cantidad de protones que hay en el núcleo atómico. En la tabla encontramos 83 elementos naturales más los elementos artificiales que la humanidad ha creado hasta la fecha. La tabla ya supera los 110 elementos. 


¿Por qué la tabla tiene esta configuración y no otra? Como ya se sabe, todos los elementos tienen diferentes propiedades y se agrupan según las afinidades químicas. Las propiedades físicas y químicas de cada elemento están determinadas por el número de electrones y sus posiciones en el átomo. Tal y como ya se ha comentado anteriormente, la tabla está ordenada según el número atómico. Los elementos que están en las columnas verticales (denominadas grupos o familias) tienen propiedades comunes. De acuerdo con Juan Redal [1], este criterio de ordenación hace que la tabla sea una herramienta básica para el estudio de la Química, ya que muchas de las propiedades de todos los elementos están relacionas con su posición en el sistema periódico.

Existen 18 grupos o familias de elementos. Alguno de ellos son:

  • Gases nobles: helio (He), neón (Ne), argón (Ar), criptón (Kr), xenón (Xe), radón (Rn) y oganesón (Og). No suelen combinarse químicamente con otros elementos.
  • Metales alcalinos: litio (Li), sodio (Na), potasio (K), rubidio (Rb), cesio (Cs) y francio (Fr). Suelen reaccionar espontáneamente con el oxígeno.
  • Halógenos: flúor (Fl), cloro (Cl), bromo (Br), iodo (I), astato (At) y teneso (Ts). Suelen reaccionar espontáneamente con el hidrógeno.

Referencias

[1] E. Juan Redal. Física y Química. La enciclopedia del estudiante. España: Santillana, 2005.



Para seguir aprendiendo




Jacob Sierra Díaz

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